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El nudo ciego de Sanhattan

La tarificación vial es una buena idea, pero debe madurarse y complementarse con otras medidas para que funcione, incluyendo alternativas atractivas de transporte público. Lo único claro es que los ministerios corren contra el tiempo. El problema de transporte de Santiago se puede resumir así: todas las mañanas, millones de […]

La tarificación vial es una buena idea, pero debe madurarse y complementarse con otras medidas para que funcione, incluyendo alternativas atractivas de transporte público. Lo único claro es que los ministerios corren contra el tiempo.

Ivan Poduje

El problema de transporte de Santiago se puede resumir así: todas las mañanas, millones de personas viajan desde muchos puntos de origen a un gran punto de destino, un centro metropolitano que se extiende por entre las estaciones de Metro de Los Héroes y Escuela Militar. Como estos viajes se concentran en períodos breves y ocupan un conjunto reducido de calles, los focos de congestión se producen en los accesos al centro metropolitano o en las vías que lo recorren internamente.Esto se aprecia claramente en el distrito de negocios «Sanhattan». Su emplazamiento geográfico, limitado por el río Mapocho y el cerro San Cristóbal, hace que todos los autos que vienen de Las Condes o Vitacura y se dirigen a Providencia o Santiago Centro, deban pasar por esta «angostura», mezclándose con los flujos que acceden a los edificios, y cuyas colas bloquean pistas y cruces, generando tacos de proporciones.

Este problema empeorará en los próximos años, ya que los proyectos inmobiliarios en construcción agregarán 11.000 estacionamientos, elevando el stock edificado de «Sanhattan» en un 40%. Entonces, la velocidad de circulación caerá a más de la mitad y la congestión aumentará entre un 60% y un 80%. Los períodos de punta se irán juntando e incluirán el fin de semana, por el efecto que producirá el mall Costanera Center. Por su ubicación geográfica, este nudo ciego repercutirá sobre la vialidad principal del oriente de la ciudad.

En este complejo escenario, la idea de aplicar un cordón de tarificación vial en «Sanhattan» cobra total sentido. La experiencia internacional demuestra que es un mecanismo efectivo para reducir la congestión en distritos centrales, como ocurrió en Londres, Estocolmo o Milán. Sin embargo, para que la tarificación funcione hay tres temas que deben resolverse previamente. En primer lugar, los usuarios deben tener alternativas reales para no llegar en auto, lo que en el rango de ingreso per cápita de «Sanhattan» implica extender el Metro o habilitar tranvías de calidad, como lo ha propuesto el municipio de Las Condes para conectar Apoquindo con el Parque Arauco.

En segundo lugar, los recursos que se capten deben ser reinvertidos en el propio distrito. Este tema es clave, ya que incluso tarificando «Sanhattan», el crecimiento de los flujos de paso obligará a ejecutar las obras viales que fueron anunciadas en 2005 y que ahora son urgentes, como la remodelación de la rotonda Pérez Zujovic y del nudo Lo Saldes, la concesión de Américo Vespucio Oriente o la construcción de un tranvía que conecte el distrito con la estación de Metro Tobalaba.

Por último, la tarificación debe resolver problemas operacionales relacionados con la modalidad de cobro, su fiscalización y las rebajas que se aplicarán a los residentes o las empresas que atienden público, y que en Londres experimentaron una merma importante en sus ingresos, afectando la economía local. Este tema también reviste gran complejidad, ya que el distrito tiene un mix muy diverso de usos de suelo que combina oficinas con muchas residencias en altura, restoranes, teatros y cafés.

Como vemos, la tarificación vial es una buena idea, pero debe madurarse y complementarse con otras medidas que aseguren su funcionamiento, incluyendo la materialización de alternativas atractivas de transporte público. Lo único claro es que los ministerios corren contra el tiempo. La crisis económica terminó y los proyectos inmobiliarios ya reanudaron faenas sin que se haya construido ninguna de las obras viales programadas en el plan Centro Oriente de 2005.