Lluvias intensas que terminaron con ríos desbordados y aludes.
Eso fue lo que ocurrió en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, donde miles de personas fueron afectadas y ahora lidian con la limpieza de calles y viviendas.
Pero los aluviones no son lo único que se registra en nuestro largo y angosto país. Terremotos, incendios y erupciones son parte de los inconvenientes con los que debemos lidiar.
La pregunta que surge es ¿estamos preparados para las catástrofes?
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